¿Qué es el Estrés y Cómo nos afecta?

El estrés es un sentimiento de tensión física o emocional, provocada por cualquier situación o pensamiento que represente un desafío, amenaza o demanda.

Cuando esto ocurre, tu sistema nervioso responde liberando hormonas que activan al cuerpo para una acción de emergencia. El pulso y la respiración se aceleran, los músculos se tensan, el cerebro consume más oxígeno y por ende, aumenta la actividad cerebral (incrementando tu fuerza y aguante, mejorando tu enfoque, y aumentando la velocidad de tu tiempo de reacción).

El propósito principal de esta respuesta natural es la supervivencia, pero ¿Qué pasa cuando nos estresamos sin que nuestra vida esté en peligro? En algunos casos, el estrés nos ayuda a estar en alerta, motivados y centrados; lo cual es muy útil, por ejemplo, para enfrentar un examen o una entrevista laboral... Pero mantenerse en un estado de estrés constante, o por periodos prologados de tiempo, resulta contraproducente para nuestra salud.

Pero para entender los riesgos del estrés, primero tenemos que conocer Cuáles son las hormonas que producimos al estresarnos... Por un lado tenemos la Adrenalina, que es la encargada de aumentar nuestro ritmo cardíaco, la presión arterial y el suministro de energía. Luego tenemos el Cortisol (comúnmente llamada "la hormona del estrés"), que se encarga de aumentar los niveles de azúcar en sangre y de suprimir los procesos que no son esenciales (de inmediato) para sobrevivir (como por ejemplo el digestivo, el reproductivo, el de crecimiento, etc.)… Ambas hormonas se producen en las glándulas suprarrenales.

¿Cuáles son los efectos negativos de la adrenalina en exceso?

Esta hormona puede provocar hipertensión, estrés crónico, cefaleas o ansiedad. También puede causar taquicardias, mala digestión, náuseas, mareos, dolores de cabeza, tensión en el cuello, brazos o piernas, insomnio, problemas temporales de visión, cansancio persistente e incluso problemas cardíacos.

¿Dónde y Cómo nos afecta la sobredosis o el exceso de cortisol?

-Sistema inmunológico: Con altos niveles de cortisol bajan las defensas, esto puede derivar en enfermedades respiratorias, alergias, enfermedades autoinmunes, etc.

-Sistema Gastrointestinal: La digestión y la absorción de los alimentos se ven afectadas cuando hay demasiado cortisol en sangre, esto suele producir indigestión, irritación e inflamación de la mucosa intestinal (lo que podría derivar en úlceras, síndrome de colon irritable y colitis).

-Sistema Cardiovascular: El aumento de presión arterial provocado por el exceso de cortisol puede derivar en enfermedades crónicas del corazón, infartos y problemas cardio vasculares.

-Cerebro: Con altos niveles de cortisol en sangre se hace difícil conciliar el sueño, reduciendo las posibilidades de lograr un sueño profundo. Esta falta de sueño reparador nos ingresa en un ciclo vicioso que puede derivar en un declive mental o en falta de memoria y concentración. También puede ocasionar el síndrome de fatiga crónica, trastornos de la tiroides, demencia, depresión y muchas otras afecciones.

-Sistema Reproductor: El cortisol puede ocasionar disfunción eréctil, así como la interrupción del ciclo ovulatorio y los ciclos menstruales, e incluso puede provocar infertilidad (ya que las hormonas sexuales se producen en las mismas glándulas que el cortisol).

-Piel: Puede producirse un envejecimiento prematuro de las células, lo cual deriva en piel opaca o grasa, resequedad, descamación, problemas dermatológicos como herpes, psoriasis o acné (incluso en la edad madura).

Ahora que ya sabes qué es el estrés, cuáles son las hormonas que produce nuestro cuerpo al estresarnos y de qué manera esto nos afecta.. Te recomendamos leer el siguiente el artículo 5 Maneras Naturales de reducir la producción de cortisol.

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